El reconocimiento de una profesión y su prestigio en el campo laboral dependen fundamentalmente de dos cosas: calidad en la formación y calidad en el ejercicio profesional. Una profesión es, en cierto modo, una marca registrada, con una imagen implícita que indica mucho más que un título académico.

En este artículo comentaremos cuál es el panorama actual con respecto a la marca "Psicólogo del Deporte", observando la situación de España, Argentina, Uruguay, México y Cuba, que sirven como una muestra de países de origen de los lectores de esta publicación.

Hemos analizado una serie de artículos, que también son publicados en este número, dedicados a la formación y ejercicio profesional de la psicología del deporte, en los que diversos especialistas han elaborado un informe sobre varios puntos que son particularmente determinantes de la imagen global que presenta esta especialidad. Básicamente nos interesa comprobar cuatro aspectos: cómo se accede a la formación en Psicología, qué tipo de especialización se realiza, qué legislación regula el ejercicio profesional y, finalmente, cómo se lleva a cabo el ejercicio de la profesión.

Formación

En los países analizados, una vez terminados los estudios de bachillerato o equivalentes, la formación comienza por una Licenciatura en Psicología, que puede llevarse a cabo en las principales facultades de psicología (o equivalentes) de las universidades, tanto públicas como privadas.
En cualquier caso, la licenciatura otorga un título oficial, que está orientado a la práctica de la psicología en general, sin especialización.

Algunas universidades incorporan a sus currículos docentes ciertas asignaturas relacionadas con la psicología del deporte, pero ello no significa que exista una especialización durante los estudios de licenciatura.
Un recién licenciado en psicología puede tener generalmente una edad entre 22 y 23 años, dependiendo del plan de estudios.
A partir de ese momento, podrá acceder a una formación complementaria en Psicología del Deporte, que bajo diversas denominaciones se encuentra en todos los países consultados, al margen de los programas de doctorado, más centrados en la investigación.

Es un hecho que hay diferencias de oferta entre los diversos países. Aunque nuestra muestra ha sido limitada, es probable que en otros países no consultados la oferta existente sea también dispar o incluso inexistente.

Especialización

La formación académica específica se oferta bajo la denominación de Master, Especialista o Experto en Psicología del Deporte (España), Maestría en Psicología del Deporte (México y Uruguay), Posgrado Anual de Psicología aplicada al Deporte (Argentina).

En Cuba, pese a estar pendiente la creación de la Maestría en Psicología del Deporte, los licenciados pueden realizar también prácticas supervisadas por especialistas y cursar asignaturas de postgrado, que equivalen a la formación que se oferta en otros países.

En México, los estudios de postgrado se realizan como Maestría en Ciencias del Deporte, con un tronco común para tres opciones: Administración del Deporte, Biología del Deporte, y Psicología del Deporte. A estos estudios acceden diversos tipos de licenciados.

Dentro del apartado de formación específica hay que tener en cuenta que existen universidades e instituciones que permiten combinar los estudios a distancia con un mínimo de horas presenciales obligatorias, entre las que cabe mencionar especialmente la Universidad Nacional de Educación a Distancia, con implantación en España y Latinoamérica.

En general, es frecuente que el acceso a los estudios de postgrado de psicología del deporte no esté limitado a psicólogos, de tal forma que otros licenciados (Ciencias del Deporte, Medicina, etc.) puedan acceder a los mismos. En estos casos, la formación sirve como complemento pero nunca capacita para el ejercicio de la psicología.

Legislación

El grado de regulación de la especialidad, así como la legislación existente, pueden ser indicadores del grado de implantación. En este apartado hay gran diversidad. En Uruguay SUPDE es la reguladora profesional y existe una ley del psicólogo desde 1999 que abarca también la psicología del deporte. En Cuba, por otra parte, el ejercicio profesional sólo se lleva a cabo dentro de instituciones públicas, lo cual supone que siempre queda sujeto a regulación.

En los demás países, no existe una clara regulación legislativa, pese a que en todos los casos hay asociaciones o, en el caso de España, un Colegio Oficial de Psicólogos. En general, estas asociaciones han desarrollado su propio perfil profesional, pero la figura del psicólogo del deporte no existe en la legislación vigente. Esta situación transitoria, como es lógico, favorece la competencia desleal y el intrusismo profesional.

Ejercicio profesional

En todos los países el espectro de áreas de actuación es amplio. Tal como se sugiere por parte del Colegio de Psicólogos de España, las posibles áreas de actuación son el deporte profesional y de alto rendimiento, el deporte de otros niveles de rendimiento, la actividad física y deporte escolar o universitario, el deporte para todos (comunitario), y el deporte para poblaciones con necesidades especiales (minusvalías, tercera edad y marginación).

En la práctica, es algo escasa todavía la implantación de la psicología del deporte en los grandes equipos profesionales, aunque este panorama está cambiando actualmente de forma paulatina.

Exceptuando Cuba, los honorarios profesionales de los psicólogos del deporte son proporcionalmente muy similares en cada uno de los países, teniendo en cuenta las diferentes economías nacionales. En general, las tarifas pueden oscilar en función del psicólogo y de la institución o persona contratante, y no existen cantidades fijas ni establecidas por ley.

Encontrar un psicólogo del deporte es una tarea relativamente sencilla en los países analizados, si se acude a alguna de las asociaciones existentes en cada país (Colegio de Psicólogos, SOSUPE, SUPDE, etc.), aunque tiene mucho peso la recomendación personal que hace un deportista a otro.

Conclusiones finales

En cuanto a la formación, en España y Latinoamérica los psicólogos del deporte parten de una sólida formación previa en Psicología. Esto quiere decir que no son meros aplicadores de recetas psicológicas. Disponen de su formación previa como una ventaja, siempre que la complementen con un alto conocimiento de las ciencias del deporte.

En este sentido, dado que la oferta de formación de postgrado es cada vez mejor y más abundante, es menos frecuente que los psicólogos del deporte no hayan realizado un curso de especialización del tipo que sea. Esto supondrá un serio avance en la calidad del desempeño, que a medio plazo se reflejará en una mayor implantación profesional.

El prometedor futuro de la psicología del deporte dependerá en gran medida, por tanto, del avance en la regulación del ejercicio profesional y del desarrollo de legislación al respecto. Esencialmente, se trata de que la calidad de formación ofertada tenga una cierta garantía (oferta curricular mínima, regulación de las prácticas supervisadas, etc.), y que los profesionales de cada país se pongan de acuerdo en unos criterios mínimos de acreditación para que sea posible el reconocimiento legal de la especialidad.