En varias investigaciones se ha destacado la importancia del tiro libre en baloncesto de cara a la victoria. Pese a que el valor de cada enceste es únicamente de un punto, las ventajas de este lanzamiento son muy grandes, puesto que se realiza sin oposición del adversario.

Un jugador correctamente entrenado debe poseer una técnica de ejecución suficientemente desarrollada como para encestar fácilmente casi todas las veces. Sin embargo, en la realidad, el acierto de los jugadores federados sólo llegan de forma excepcional por encima del 80 ó 90 por ciento.

Sin duda, las variables psicológicas son muy determinantes en la ejecución del tiro libre. De hecho, algunos jugadores de elite me han comentado en ocasiones que es un tipo de lanzamiento "muy psicológico". Otros afirman que no utilizan la mente, sino que su estrategia consiste únicamente en ejecutar la mecánica que han consolidado previamente. El lector observará que para ello, lógicamente, deben dejar su cabeza libre de interferencias, que es otra forma de utilizar la mente.

La concentración, a nivel práctico, es producto del manejo de dos variables fundamentalmente: la atención y el nivel de activación. Cuando un jugador se concentra en el tiro que va a ejecutar, hace que su atención se centre exclusivamente en los estímulos que son relevantes para esta tarea. Además, se encuentra en un estado de activación lo suficientemente alto como para tener preparado cada músculo de cara a la ejecución, pero sin estar tenso.

A continuación se exponen cuatro estrategias prácticas para distinguir entre distintos tipos de atención.

Práctica 1
Sitúese en la línea de tiros libres. Fíjese en las rayas del balón, en los pequeños puntitos que le confieren una textura rugosa. Observe cada detalle del balón. Cuando realiza esto está utilizando una atención externa y reducida.

Práctica 2
Sin moverse de la línea de tiros libres, fíjese en el aro, en su color, su base, la red que cuelga de él, incluso en los elementos que sirven para sujetar la red al aro. Ahora, intente fijarse únicamente en el espacio hueco que queda dentro del aro. Cuando realiza esto también está utilizando una atención externa y reducida. Sin embargo, ahora observe conjuntamente el aro, la línea de fondo, el fondo que tiene detrás y las personas que están alrededor. Todo a la vez. Su atención es ahora más dispersa, porque es una atención externa pero amplia.

Práctica 3
Pruebe a situarse correctamente frente al aro. Si dividiéramos por la mitad su cuerpo haciendo un corte vertical, ese corte estaría en línea con el centro del aro. Fíjese en cómo su cuerpo puede estar un poco más a la derecha o a la izquierda, hasta llegar al centro exacto. Cuando piensa en la posición de todo su cuerpo, está utilizando una atención interna y amplia.

Práctica 4
Colóquese en posición de tiro. Sitúe el balón entre sus manos en la postura de lanzamiento. Fíjese en sus manos y en la presión que ejerce cada dedo sobre el balón. Intente observar la tensión que ejerce cada músculo del brazo derecho (por elegir uno). Está utilizando una atención interna, pero más estrecha o reducida.

Con respecto al nivel de activación, realice el siguiente ejercicio para averiguar cuál es el nivel de activación que corresponde a cada situación.

Práctica 5
Describa el estado en el que se encontraba en las siguientes situaciones: cuando se levantó esta mañana de la cama, cuando un día se sintió irritado por algo en su vida cotidiana, cuando vuelve a defender la jugada lo más rápido posible y en ello le va la victoria o la derrota, y cuando realizó el mejor lanzamiento de tiro libre de su vida.

Probablemente habrá encontrado diferencias entre cada una de estas situaciones. Cuando se levantó de la cama probablemente estaba desactivado física y mentalmente, mientras que cuando fue a defender en la situación crítica, estaba al activado al máximo. Observe que puede distinguirse un continuo entre el mínimo y el máximo de activación, y que las otras dos situaciones pueden ubicarse en algún punto de él.
Nota: aunque en muchas ocasiones resulta difícil de diferenciar, existe un nivel de activación fisiológica y otro nivel de activación cognitiva, que no son necesariamente paralelos.

Práctica 6
Califique, en una escala subjetiva de 0 a 10, el estado de activación en el que se encontraba en cada una de las situaciones anteriores. Observará que la nota que ha otorgado a su activación durante el mejor tiro libre de su vida es de una activación algo alta, pero no excesiva.
Existe un nivel de activación óptima en el que usted saca su mayor provecho de sí mismo. Para averiguar cuál es, deberá hacer pruebas en diferentes situaciones. Por ejemplo, utilice la siguiente estrategia.

Práctica 7
Consulte algún manual o utilice alguna estrategia propia para variar el estado de activación (habitualmente suele ser más fácil relajarse que activarse voluntariamente). Lance 20 tiros y anote cuál era su activación en cada uno de ellos. Observe cómo su acierto es diferente en función de su nivel de activación. Deduzca el rango en el que usted es más efectivo.

Su entrenador y su psicólogo del deporte le pueden ayudar a desarrollar una técnica de lanzamiento que incluya el control de estas variables, en función de su mecánica de tiro y las dificultades de concentración que encuentre en su caso particular. Las investigaciones sobre este tema señalan que utilizar siempre la misma rutina de lanzamiento le ayudará a mejorar la ejecución y el acierto.

Finalmente, debería establecer un programa de trabajo mediante el cual fortalezca la confianza en sí mismo a la hora de lanzar tiros libres. Casi nadie puede ejercer tanta influencia sobre su propia confianza como usted mismo. Los grandes jugadores realizan un número grandísimo de repeticiones.