Considero fundamental comenzar este artículo con el concepto de salud que nos da la Organización Mundial de la SALUD, entendida como un completo estado de bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad.

Otro concepto básico, en función de la definición de SALUD es el de BIENESTAR que incluye factores físicos, emocionales, relaciones interpersonales sociales y relaciones con el ambiente. Además todos estos factores están interrelacionados y modificando uno de ellos se modifican los demás. Con la Actividad Física se puede actuar sobre todos ellos interviniendo directamente sólo sobre los factores físicos.

La última definición es la de ACTIVIDAD FÍSICA (la que nos da la OMS) entendida como movimiento del cuerpo humano que produce un gasto energético por encima del nivel metabólico de reposo. Los principales problemas de salud que se presentan en la sociedad actual son los derivados de una ausencia o un mal uso de lo que se define como Actividad Física, de movimiento del cuerpo: hábitos de vida sedentarios, dietas ricas en grasas, tabaco, alcohol, estrés, etc. En definitiva, de conductas que favorecen el desarrollo de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes, cirrosis, etc.

Por tanto uno de los primeros beneficios de la Actividad Física es que puede ayudar a evitar o retrasar la aparición de enfermedades físicas crónicas, incluidas el cáncer o la arteriosclerosis.

Al igual que a reducir o mejorar la calidad de vida en personas que ya padezcan alguna enfermedad crónica. Así como fomentar otros hábitos saludables en áreas como el control del peso, de la nutrición, el estrés, hábitos sexuales, tabaco, alcohol y otras drogas; que son factores que contribuyen a la mejora del estado de bienestar. Aunque no podemos olvidarnos de otros factores que influyen en una buena salud: ambiente, herencia, sistema social, etc.

El Ejercicio Físico provoca además de beneficios físicos, beneficios psicológicos o mentales (aumenta la autoestima, el autoconcepto, etc), sociales (favorece y mejora la cooperación, las interacciones interpersonales, etc.) y puede prevenir lesiones o facilitar la rehabilitación de las mismas. De la misma forma que sirve para prevenir y/o facilitar la rehabilitación de enfermedades físicas, previenen y facilita la mejora de trastornos o enfermedades mentales como la depresión, los trastornos de ansiedad, etc.

Pero es fundamental que la Actividad Física que se realiza esté bien programada, teniendo en cuenta la condición física de partida, las limitaciones existentes, la edad, el contexto, la cantidad de ejercicio, etc. La finalidad principal de un programa de Ejercicio Físico que provoque beneficios para la salud, debe ser establecer una mejora de la forma física y psicológica para la realización de actividades cotidianas mediante el entrenamiento en cualidades físicas básicas. Esto nos lleva a diferenciar Actividad Física de Alto Rendimiento, pues en éste el nivel de exigencia es mucho mayor y los objetivos son otros bien distintos: lograr el máximo rendimiento posible incluso en detrimento de la salud (en su triple vertiente: física, psicológica y social).

Este último aspecto es clave para hablar de los beneficios de la Actividad Física en las distintas edades, con distintos objetivos y programación en cada una de ellas.
A. En la Edad infantil. El objetivo fundamental es la formación o educación de los/as niños/as favoreciendo su satisfacción, la formación de su personalidad (independencia, motivación, control de la ansiedad, etc.), promoviendo su desarrollo personal y un estilo de vida saludable por medio de experiencias deportivas: las autopercepciones, las habilidades sociales, la asertividad, el manejo de las frustraciones, la diversión, la actitud positiva hacia el valor de la Actividad Física, etc. En resumen se pretende lograr la mejora de aspectos físicos, psicológicos y sociales, así como la diversión de los/as niños/as a través de la práctica deportiva.
B. En la madurez. A través del Ejercicio Físico se pretende la mejora de los aspectos que comentamos al principio del artículo: mejora de hábitos de alimentación, de problemas físicos (colesterol, enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc.) de trastornos y/o enfermedades psicológicas (depresión, ansiedad, etc.), prevenir lesiones o facilitar

Además de los beneficios individuales, también favorece una reducción del gasto sanitario, incremento de la productividad, mejor rendimiento en la escuela y en el ámbito laboral, menos disfunciones sociales, etc. No hay que olvidarse de que el Ejercicio Físico debe ser moderado y ajustado en su programación a la edad, las necesidades y las limitaciones de cada persona. Siendo fundamental no olvidar que el objetivo básico y clave de la Actividad Física es mejorar las capacidades físicas, psicológicas y sociales de las personas y no el rendimiento deportivo.